'NO' es la reciente película del director chileno Pablo Larraín y la representante sudamericana en la última edición de los Oscars, nominada en la categoría de mejor película extranjera. Protagonizada por Gael García Bernal y aclamada por los críticos locales como la mejor película chilena del 2012 (resalto por mi parte en el plano de lo independiente los films Las cosas como son y Joven y alocada) resulta inevitable pasarla por alto.

Contextualizada en 1988 durante el plebiscito por la confirmación o negativa de la permanencia del dictador Augusto Pinochet en el poder, 'No' atrae inmediatamente por su particular propuesta visual. Imágenes de tintes ocres y anaranjados atravesados en su mayoría por un sol cegador nos transportan a través de Rene (Gael García Bernal) por una batalla mediática donde los bandos quedan bien definidos. El 'sí' conformado por la parte más conservadora del país, la cúpula militar entonces dirigente, que ofrece a la población un boleto de lotería donde si bien el 40% de la población vive bajo el nivel de pobreza, el resto descansa en la premisa que "cualquiera puede ser rico, no todos, pero cualquiera". El 'no' surge como necesidad a todos los años de silencio y ocultamiento forzado en esta sociedad chilena donde la persecución política y la censura se instauran en la fibra más íntima de los seres humanos, el miedo. 

En este llamado al despertar de un Chile que sigue atado a los fantasmas del pasado pinochetista, postergado de derechos tan básicos como la educación gratuita y manifestaciones pacíficas sin violencia policial, Larraín nos entrega un film metódico, correcto, de recorridos cercanos a los personajes con un tratamiento explicativo casi documental en la ficción. Nos acercamos un poco más a la comprensión de ese tramo de la historia chilena y no nos sorprende su elección como la primera película chilena nominada a un premio de la Academia. 

Desde Golondrina un 7 en imdb nos parece de lo más indicado. La oportunidad para verla, o volver a verla, se nos presenta el próximo 10 de abril en la apertura del BAFICI 2013.

Por Karina Fernandez.